Si tienes la piel sensible, probablemente estés de acuerdo con nosotros: cuidarla es un trabajo duro y, a veces, ingrata. Cada vez son más las personas que sufren de piel sensible, porque cada vez son más los agentes nocivos a los que estamos expuestos: ingredientes químicos en los cosméticos, contaminación, estrés, temperaturas extremas… las soluciones más sencillas son las más eficaces.
La piel sensible puede manifestarse de varias maneras. ssequedad, enrojecimiento e irritación, aspereza al tacto o descamación. Además, no es solo la cara, sino la piel de todo el cuerpo e incluso el cuero cabelludo. Aunque es difícil evitar los efectos de la contaminación o el estrés, está en nuestras manos hacer todo lo posible para mantener una dieta equilibrada, rica en nutrientes y minerales, así como evitar el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco. Para mitigar el resto de efectos, te recomendamos que sigas una serie de consejos que te pueden ayudar calmar la piel y aliviar el picor y la sequedad.
1. La hidratación es fundamental
Una piel bien hidratada, sobre todo en el rostro, ya que es la piel que está más expuesta a lo largo del día y necesitamos protegerla de las agresiones externas. Es conveniente que sigas una rutina de hidratación de día, para afrontar el día con una piel nutrida y de noche, para ayudar a que las células se regeneren durante el sueño. Debes aplicarlo después de tu rutina de limpieza, pero recuerda: ¡bajo ningún concepto debes frotar! Masajear la piel con cuidado para no irritarla.
2. No abuses de la exfoliación
La exfoliación es un tratamiento más o menos abrasivo (dependiendo del grano) que permite que la piel se regenere, eliminando las impurezas que se acumulan en los poros y ayudando a regenerar la piel. Aunque el exfoliación de la piel ser muy beneficiosa, no debemos abusar de ella en pieles sensibles, ya que puede dañarla en exceso. Por lo tanto, es recomendable hacer esto como máximo una vez por semana. Asimismo, debes asegurarte de que tu exfoliación haya sido realizada con ingredientes naturales.
3. Agua tibia en el baño
La temperatura del agua de la ducha excesivamente caliente y las duchas prolongadas pueden hacer que nuestra piel se resienta y se seque por deshidratación. Así que trate de mantener la temperatura cálida, su cuerpo se acostumbrará rápidamente. En cambio, para el rostro se recomienda utilizar agua fría.
4. Lleva un registro de los ingredientes de tus cosméticos
Con pieles sensibles, debes elegir productos que no contengan ingredientes artificiales y alcohol, como los perfumes, porque así respetas el equilibrio de tu piel. ¿Y sabes cuál es el mejor tratamiento para pieles sensibles? aguas termales.
El agua termal y los milagros que pueden obrar en tu piel
El agua termal tiene propiedades calmantes, hidratantes y antienvejecimiento. Además, tiene propiedades curativas por su alto contenido en minerales como zinc, selenio y cobre, que activa la síntesis de colágeno y acelera la cicatrización de las heridas de la piel. Por eso también son muy beneficiosas para aliviar el picor de las picaduras de insectos y las erupciones cutáneas en bebés y niños. Además, por si te parece poco, el agua termal devuelve a tu piel el tono que pierde tras el ejercicio y aporta los minerales perdidos con la transpiración.
¿No has encontrado motivos suficientes para incluirlo en tu rutina de cuidados? Es el desmaquillante perfecto ya que regenera la piel. ¡Pero también es perfecto para prepararlo! APLICADO ANTES del maquillaje, ayuda a mantener la piel hidratada, además de garantizar una mejor fijación de los productos.
y leorelajarse…
Puedes utilizar el agua termal como loción limpiadora, desmaquillante, hidratante y revitalizante. Pero debes combinarlo con una crema hidratante respetuosa diseñada para pieles sensibles. Y no olvides cuidar tu alimentación para disfrutar de la mejor versión de tu piel.