¿Cómo saber si tienes una adicción al sexo?

A menudo burlada o menospreciada, la adicción sexual está lejos de hacer sonreír a las personas que la padecen. Se diagnosticó por primera vez a mediados de la década de 1970 y desde entonces ha sido objeto de muchas investigaciones. Ahora sabemos que la adicción al sexo afecta a entre el 5% y el 6% de la población, incluidos cinco veces más hombres que mujeres. Pero, ¿cómo saber si eres un adicto al sexo o si simplemente tienes una predilección por el placer? Flamencarevuelta te ayuda a ver con más claridad.

La sexualidad como antidepresivo

Por supuesto, el placer sexual es a veces intenso, delicioso y ligero. Por lo tanto, no es de extrañar querer multiplicar los actos sexuales. Pero la adicción al sexo va mucho más allá de esta dimensión gozosa: llena un vacío y se convierte en una condición sine qua non para mejorar. En este caso, el sexo juega el papel de un antidepresivo, ya que ya no se practica en busca de placer, sino para aliviar un malestar profundo lo más rápido posible. Como explica el psiquiatra Laurent Karila, especialista en adicciones, la adicción sexual suele responder a un estado ansioso o incluso depresivo. Lejos de los clichés sobre la adicción al sexo, no hay nada alegre al respecto. Suele ocurrir en cuatro etapas. Primero, una búsqueda de estimulación sexual que puede volverse obsesiva. Luego, un subidón de adrenalina, incluso una fuerte presión, luego una actitud compulsiva, seguida de varias emociones desagradables, que van desde la culpa hasta la profunda desesperación o el autodesprecio. Para saber si eres uno de los adictos, primero debes cuestionar tu relación con la sexualidad. ¿Crees que tener sexo es una forma de escapar de tus problemas? ¿Alguna vez te sientes deprimido después de acostarte con alguien? Estas primeras respuestas ya te ayudarán a entender tu conexión con el sexo.

El sexo como droga

La adicción al sexo no se trata realmente de la frecuencia con la que tienes sexo, sino más bien de dónde lo das. En caso de adicción, el sexo ayuda a escapar de una realidad demasiado dolorosa para su papel de escape y antidepresivo. Es por esto que puede convertirse en una verdadera droga. Como cualquier otra adicción, la adicción al sexo se caracteriza por sentirse esclavo de la conducta o sustancia. Luego hay una pérdida de control de la conducta sexual y una necesidad desmedida que nunca es satisfecha: relaciones sexuales, sitios pornográficos, masturbación compulsiva… Imposible resistirse al atractivo del sexo, sean cuales sean las consecuencias. Esta incapacidad de «no consumir» lleva al adicto a un círculo vicioso. Se siente culpable por no poder resistir la tentación del sexo, que la sumerge en un profundo dolor, pero al mismo tiempo despierta una necesidad de apaciguamiento que sólo el sexo proporciona. Las fases de abstinencia también son muy exigentes, ya que tienen repercusiones físicas y psicológicas. El adicto puede sentirse abrumado por la ira o la ansiedad, pasar por períodos de insomnio y pesadillas, o sentir que se está volviendo loco.

La sexualidad como saboteador de relaciones y trastorno médico

Esta adicción obviamente puede tener consecuencias negativas. Por un lado en la vida de pareja, porque el 80% de las personas adictas al sexo están en pareja. Por lo tanto, su comportamiento puede lastimar a sus parejas o incluso interrumpir las relaciones románticas. Además, el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Cuando la adicción es muy fuerte, a veces provoca trastornos mentales, especialmente cuando las prácticas sexuales se vuelven cada vez más violentas y extremas. Según un estudio publicado en Journal of sex medicine, esta adicción tiene tres consecuencias negativas principales: puede alterar la salud mental, impide el mantenimiento de relaciones sexuales equilibradas y perjudica a los cónyuges de los enfermos. Tenga en cuenta, sin embargo, que la adicción al sexo, como cualquier otra adicción, se puede curar. No importa cuán adicto seas, hay muchos especialistas en salud que pueden ayudarte.

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