Deseo sexual durante el embarazo: ¿Por qué queremos más?

La sexualidad durante el embarazo sigue siendo un tema poco discutido, incluso un tabú. Un rápido vistazo a las prácticas médicas lo revela: la atención está totalmente desviada de la sexualidad. Sin embargo, sus preguntas conciernen a un gran número de mujeres, ¡que no quieren dejar de lado su vida sexual! Trastorno general, miedo a lastimar al bebé y transformaciones físicas… Tantos parámetros que pueden reducir la libido durante el embarazo. Para ver más claramente, he aquí por qué su deseo cambia cuando está embarazada y cómo mantener una vida íntima satisfactoria durante el embarazo (¡y después!)

La conmoción general

El embarazo conduce a verdaderas transformaciones: la mujer embarazada ve cambiar su cuerpo, experimenta trastornos hormonales, períodos de sequedad vaginal, dolores de cabeza, gran fatiga, náuseas y, a veces, incluso vómitos. Visto así, no sorprende que ella también sufra de libido baja. Pero es importante señalar que el deseo de hacer el amor cambia mucho durante el embarazo. El primer trimestre, debido a que crea un trastorno general, a menudo es sinónimo de disminución del deseo. El aumento de la progesterona se suma al dolor y los cambios corporales, que a menudo conducen a una disminución de la libido. Pero el segundo trimestre marca un nuevo giro en el apetito sexual: muchas mujeres explican que su libido ha explotado desde el cuarto mes. Los sentidos se agudizan y el dolor ha desaparecido, lo que aumenta mucho el deseo.

Miedo a lastimar al bebé.

A pesar de la ausencia de contraindicaciones médicas, el sexo durante el embarazo también puede dejar perplejas a las futuras madres, particularmente por temor a lastimar al bebé o incluso provocar un aborto espontáneo. Es por ello que el tercer mes marca una etapa muy importante: después de esta etapa se excluye el riesgo de aborto espontáneo. Obviamente, es esencial querer proteger a su hijo. Pero si efectivamente hay posiciones más recomendables que otras para una mujer embarazada, tener relaciones sexuales durante el embarazo no conlleva ningún riesgo. Si existe su deseo, hacer el amor también es beneficioso para los padres, así como para el bebé.

La transformación física

Ver el cambio de tu cuerpo también puede conducir a una caída significativa de la libido durante el embarazo. Las mujeres embarazadas tienen que recuperar su nuevo cuerpo y tal cambio puede alterar la imagen que tienen de sí mismas. Así, la transformación física puede generar un rechazo, incluso un asco del propio cuerpo, lo que a veces conduce a bloqueos, sensación de incomodidad o inhibición. Es perfectamente normal tomarse un tiempo para reconectarse con su cuerpo y establecer nuevos puntos de referencia. Si ese es el caso, tómese su tiempo, no intente apresurar las cosas.

El segundo trimestre a menudo se abre con una nueva autopercepción, más propicia para el deseo y diversas actividades sexuales. A medida que la barriga crece mucho, el tercer trimestre suele obligar a las parejas a ser creativas. Se prefieren el sexo oral o posiciones como Lotus y Andromache. Pero eso no es para arrepentirse, ya que estas prácticas suelen ser sinónimo de intenso placer sexual para las mujeres.

La omnipresencia del niño.

Estar embarazada también cambia radicalmente la visión de uno mismo y del mundo exterior: un pequeño ser crece dentro de nosotros… ¡y nos acompaña a todas partes! Si este elemento no siempre interfiere con la libido, puede resultar muy molesto para algunas personas. La idea de la superposición de la maternidad y la sexualidad conduce a un sentimiento de vergüenza, que actúa como un verdadero obstáculo para el deseo. En otras palabras, la oposición entre madre y amante crea un bloqueo, porque es impensable ser las dos al mismo tiempo. Este elemento puede afectar tanto a la mujer embarazada como a su pareja. Sin embargo, no tiene una base puramente física, ya que el niño no puede sufrir ni saber que sus padres están haciendo el amor. Por lo tanto, el intento de romper con esta oposición entre la Virgen y el amante puede ser de gran beneficio para la sexualidad. Si por el contrario no hay ganas de suscriptores, evidentemente nunca hay que forzar nada.

Las variaciones normales del deseo

Embarazada o no, a cualquier edad y en cualquier período de nuestra vida, el deseo sufre muchas fluctuaciones. Y solo hay una regla de oro en este tema: respeta tus deseos. La libido baja puede tener múltiples causas. Tomarse el tiempo para identificarlos y entenderlos es esencial. Pero también se trata de tener en cuenta las variaciones normales del deseo. Al vivir en una sociedad hipersexualizada, tendemos a olvidar que la libido fluctúa naturalmente.

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