La cultura y las tradiciones de un país son la identidad de su nación. En el México, cada región tiene sus peculiaridades, con sus propias costumbres y tradiciones. Sin embargo, una tradición vivida en los cuatro rincones del país es la celebración del día de los muertos – una fiesta cultural ya arraigada entre los mexicanos por su diversidad de expresiones religiosas, gastronómicas y culturales que se conjugan para recibir y complacer a los muertos que visitan el mundo de los vivos una vez al año.
Día de Muertos – Historia
Con la llegada de los conquistadores se inició un proceso de sincretismo, donde las costumbres locales se fusionaron con el catolicismo, dando así origen al moderno Día de Muertos, que se convirtió en una celebración católica.
Después de 500 años, la celebración se sigue conservando, aunque ha sufrido algunos cambios, dando lugar a una mezcla de tradiciones únicas en las diferentes regiones de México.
Esta celebración ancestral fue reconocida por la UNESCO en 2003 como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. La fecha representa un momento privilegiado de encuentro de las personas con sus antepasados, un homenaje a la muerte con ofrendas, utilizando elementos importantes y muy representativos del Día de Muertos. Cada cosa lleva un significado que se relaciona con el Cielo, la Tierra y el Inframundo.
Cada elemento tiene como objetivo atraer a los seres queridos que ya fallecieron y complacerlos en su rápido paso por el mundo de los vivos.
Descubre los elementos utilizados en la celebración del Día de Muertos
Agua: La fuente de vida, ofrecida a las almas para saciar su sed después del largo viaje. Simboliza la pureza del alma.
Sal: Este elemento de purificación sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta entre mundos y pueda regresar al año siguiente.
Velas: Los antiguos mexicanos usaban antorchas. Actualmente, la vela se utiliza en sus diferentes formas. La llama que producen significa luz, fe y esperanza. Actúa como una guía para que las almas lleguen a sus antiguos hogares.
Copal e incienso: Es el elemento que sublima la oración.
Arco de flores: Son el símbolo de la fiesta por sus colores y olores y representan la puerta de entrada a los muertos.
El petate: Funciona como una alfombra. En este día en particular, sirve para que las almas descansen.
El izcuintle: Lo que no debe faltar en los altares para el alma de los niños es el perrito Izcuintle de juguete, para que los pequeños se sientan felices cuando lleguen a la fiesta.
Pan: La ofrenda fraterna es el pan. La iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”. Preparado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados del altar.
Retrato de un ser querido: el retrato de la persona recordada sugiere el alma que nos visitará, pero esta debe ocultarse para que solo se vea con un espejo, para dar a entender que el ser amado se puede ver pero ya no existe.
Calaveras: aluden a la muerte que siempre estará presente. Las calaveritas están dedicadas a la Santísima Trinidad y al Padre Eterno.
Espíritu: El licor es para recordar a los muertos los sucesos agradables que tuvieron en vida.
Altar: El altar también se puede adornar con papel picado, telas de seda y raso, donde también se colocan figuras de barro, o ropa limpia de difuntos para recibir las almas. El altar de muertos sirve para que puedan beber, comer, descansar y pasar otro breve momento con sus familiares y, por tanto, es una gran celebración.
Los mejores destinos para visitar el Día de Muertos
Si quieres tener una experiencia increíble en esta celebración, los mejores destinos para vivir un Día de Muertos típico mexicano son:
- Sayulita
- Mazatlán
- La Paz
- campeche
- chiapas
- guerrero
- Oaxaca
- quintana roo
- Tabasco
- aguascalientes
- guanajuato
- hidalgo
- Michoacán
- Querétarus
- puebla
- San Luis Potosí
- Ciudad de México.