Lanzado en 2009, el sitio de citas extramatrimoniales Gleeden ahora tiene más de 8 millones de miembros en todo el mundo. Al igual que su competidor canadiense, la aplicación de citas Ashley Madison, Gleeden ofrece a las personas casadas o en pareja la posibilidad de engañar a su cónyuge con tranquilidad. ¡Pero la gran particularidad de Gleeden es su look femenino! Así lo demuestra su página de inicio, que ofrece sucumbir al “1er sitio de citas extramatrimoniales diseñado por mujeres”.
Usando un símbolo milenario, el sitio de Gleeden juega con los estereotipos, para confirmarlos o invalidarlos según los deseos de cada uno. Así lo atestiguan sus carteles publicitarios, en los que casi siempre aparece una manzana mordida, un fruto prohibido… ¡por fin devorado! Por lo tanto, el sitio ofrece hacer encuentros extramatrimoniales, pero también da muchos consejos para evitar el riesgo de ser descubierto. Y allí las mujeres tienen un lugar privilegiado, ya que la inscripción es gratuita para ellas.
Los hombres que quieren ceder a la tentación tienen que pagar en cambio: paquetes de 25 créditos, 100 créditos o 400 créditos les abren las puertas del Jardín del Edén. Sin embargo, el sitio fue inventado por dos hombres y está dirigido al mercado utilizando categorías bastante frías. Cada usuario puede elegir muchos parámetros, como estado civil, ubicación geográfica, profesión, nivel social, etc. Un enfoque que se hace eco de otros sitios de citas, como el gigante Tinder, ¡pero ahora tiene seguidores!
Un sitio que responde a una pregunta real
Si realmente la tecnología está al servicio de un adulterio que en un principio parece muy consumista, está claro que Gleeden ofrece la respuesta adecuada a una necesidad. Y sobre todo, esto es lo que se desprende de los testimonios de personas registradas en sitios de citas extramatrimoniales: puedes hacer con él lo que quieras. Por lo tanto, es posible buscar relaciones sin apego, como lo es desarrollar relaciones más profundas. Y es en este sentido que los miembros de Gleeden no tienen la culpa. Porque más allá de cualquier juicio moralista, el sitio responde a una pregunta real. La de amar a tu cónyuge, pero necesitando (re)conectar con alguien más. Y si Gleeden propone a una mujer casada que ama a los hombres, los testimonios de los usuarios son bien distintos. Detectamos la necesidad de escapar de la relación, sin querer poner fin a ella. Pero sobre todo leemos los beneficios de estas relaciones extramatrimoniales, que te permiten redescubrir espacios de placer y redescubrimiento de ti mismo.
Un paréntesis desprovisto del peso de la culpa
Considerado por algunos como inmoral, los usuarios de Gleeden encuentran en el sitio un espacio de libertad del que carecen en su vida diaria. Pueden hablar y conocer gente nueva sin sentir el peso de la culpa. Es una especie de paréntesis en el que se dejan de lado las obligaciones, pero que no impide que se respeten el resto del tiempo. Entonces, ¿a favor o en contra de Gleeden? Corresponde a todos y cada uno formarse su propia opinión, según sus necesidades y expectativas.
Una escapada de corta duración
Pero si el adulterio existe -y ha existido siempre- ¿por qué sigue siendo tan difícil llevar a la pareja hacia un modelo más libre? Abrir tu relación, probar nuevas experiencias dentro de la pareja o probar el poliamor son, por ejemplo, soluciones a explorar cuando te sientes feliz en tu relación, pero te gustaría abrirte a nuevas experiencias. Porque si un sitio como Gleeden ofrece la posibilidad de un paréntesis infiel, no resuelve los problemas dentro de una relación sentimental. De hecho, puede darte nueva vida y ayudarte a ver tus deseos con mayor claridad. Pero también puede retrasar las discusiones en la pareja y ofrecer resquicios que desvíen la atención de los problemas reales. El hecho de tener que ocuparse de las propias necesidades, de atreverse a hablar de ello con la pareja, de hacer un balance de la relación y de redefinir juntos lo que forma la pareja, ya no es, pues, una necesidad.
Además, este tipo de sitio de citas solo alimenta cada vez más la sexualización del cuerpo, lo que lleva al temor de ser traicionado o abandonado por una persona más atractiva físicamente. Si todo el mundo tiene derecho a disfrutar de los beneficios de Gleeden, es muy posible que la fruta prohibida se convierta en una serpiente que se muerde la cola.