Ir a la cama sin excitarse: ¿Por qué algunas personas fallan?

Amigos del sexo, relación libre o supuesta aventura de una noche… ¿por qué se siente tan natural tener sexo sin afecto por algunas personas, mientras que otras son completamente incapaces de hacerlo? Diferentes expectativas, papel de las hormonas, revolución sexual y factores específicos para cada uno, ¡lo desciframos para ti!

Una cuestión de expectativas

Hacer el amor es como todo: una actividad que ocupa el lugar que le queramos dar. En otras palabras, una relación sexual jugará un papel muy diferente de una persona a otra. Para algunos es espontáneo, ligero, antiestrés, comparable a cualquier otro momento de socialización e intercambio. Pero la sexualidad también puede ser objeto de cristalización: del yo, del descubrimiento, de la experimentación corporal y de las expectativas afectivas… Se trata pues de identificar cuáles son tus expectativas reales: «Porque he decidido acostarme con ¿Esta persona en lugar de otra?, y lo que es más importante, ¿qué me aporta este encuentro, especialmente carnal?, ¿me permite cumplir con ciertas expectativas emocionales?, si en teoría solo quieres sexo casual, pero básicamente revisas tu teléfono cada tres segundos para ver el nombre de tu amigo sexual apareciendo en él… hay un conflicto interno, sin embargo, identificar esta paradoja es un primer paso para tomar conciencia de sus propios mecanismos.

¡La culpa es de las hormonas del amor!

Con o sin sentimientos, el placer sexual es un delicioso cóctel de hormonas. ¡Porque cuando hacemos el amor, nuestros niveles de dopamina, también llamada la hormona del placer, y nuestros niveles de oxitocina, o la hormona del amor, se bloquean! El contacto visual y físico relaja tanto el cuerpo como la mente… dejándonos con el placer de volver! Y para el neurobiólogo Larry Young, es principalmente esta avalancha hormonal la que crea apego y un sentimiento de amor. ¿Te preguntas por qué no abrazas el sexo sin amor? La respuesta es simple: ¡eres humano!

Una generación entre dos mundos

Si para tus padres o abuelos enamorarse era el acto de toda una vida y la sexualidad necesariamente iba acompañada de sentimientos, para ti las cosas no son necesariamente tan sencillas. ¿La principal causa de esta diferencia de percepción? Un cambio social profundo, el de la liberación de la sexualidad femenina. El clítoris, el orgasmo, la masturbación, el cunnilingus… tantas palabras dulces que ya no suenan como un gran signo de interrogación en la cabeza de nuestros compañeros masculinos. ¡Y esto es obviamente una gran cosa! Pero así como tienes derecho a acostarte con quien quieras, también tienes derecho a encariñarte con quien quieras… tus propios deseos. Así que bien podría especificarlo, si es necesario: es bueno tener sexo sin encariñarse, como lo es copular en una nube de sentimientos románticos. ¡De cualquier manera, no tienes nada que probar y eres el único que sabe lo que realmente quieres!

Factores individuales

¿Una noche de amor o casados ​​a primera vista? Para comprender mejor su relación con la sexualidad, debe rastrear la fuente de la excitación. Cabeza, torso o bajo vientre, ¿dónde se activa en ti el surgimiento del deseo? Cuanto más este último provenga del centro genital, más posible será la separación entre sexo y sentimiento. En este punto mujeres y hombres son iguales: no hay correlación con el género, este vínculo con la sexualidad es específico de todos y cada uno.

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