Mirarse en el espejo y no ver nada de belleza, estar completamente insatisfecho con sus características físicas y no pertenecer a un grupo de personas. Así se siente una persona afectada por el Síndrome del Patito Feo, un problema psicológico que puede incluso impedir que la persona realice sus actividades del día a día porque no se considera lo suficientemente guapa y/o interesante.
Todos pasamos por fases como esta, sobre todo en la adolescencia, cuando la autoexigencia es mayor. Pero el síndrome actúa con más fuerza, sacando a relucir baja autoestima, inseguridad y mucha timidez. ¿Te sientes como un patito feo? ¡Lea los consejos a continuación para escapar de esta fase y amarse cada vez más!
Deja las comparaciones de lado
El primer paso hacia el amor propio y la autoaceptación es dejar de compararse con los demás. No es justo para ti querer ese cuerpo delgado si ese no es tu tipo de cuerpo. Es injusto para ti querer el cabello lacio si naciste con hermosos rizos. Las mujeres a menudo quieren cambiar para adaptarse a los estándares, algunos que requieren mucho sacrificio o incluso son casi imposibles de lograr. Cuando dejas de lado la comparación y te aceptas tal como eres, la felicidad realmente fluye y brota.
tener tiempo para ti
No hay mejor remedio para la autoestima que el autocuidado. Tomarse el tiempo para invertir en usted mismo es importante tanto para su salud como para su bienestar. En este sentido, una rutina de belleza es fundamental. Tómese unos minutos al despertar y justo antes de acostarse para cuidar su piel. Y no olvides invertir tiempo en tu cabello también. Todas estas precauciones aumentan la autoestima.
Otro consejo importante, que trae Anabel Rodríguez, licenciada en medicina y editora de Saudável&Forte, es la práctica diaria de ejercicio físico. “Mover el cuerpo también sube la autoestima. La actividad física disminuye la inseguridad, la ansiedad y alivia el estrés. Esto sucede porque el ejercicio aumenta los niveles de serotonina, responsable del bienestar”, destaca Anabel.
Enfócate en tus cualidades
Por mucho que el síndrome se arraigue, cada quien tiene una parte del cuerpo que le gusta. Así que mira tus cualidades. ¿Te gustan tus ojos? Dedique tiempo a resaltarlos con delineador de ojos y rímel. ¿Prefieres tus labios? Un lápiz labial puede hacerlos aún más hermosos. Concéntrate en tus cualidades, en lo que eleva aún más tu autoestima.
Practica afirmaciones positivas frente al espejo
Mírate en el espejo, mírate profundamente a los ojos y dite a ti mismo “soy hermosa tal como soy”. Si pudieras darle un consejo a tu niña interior, ¿qué le dirías? Si pudieras hablarte a ti mismo a las diez con la madurez de hoy, ¿qué te aconsejarías? Afirmaciones positivas como “eres fuerte”, “eres hermosa”, “sé quien quieras ser”, “no tienes que encajar en estándares” y “te amo y te acepto” son algunos ejemplos. Anota tus afirmaciones y repítelas todos los días.
Y recuerda, el patito feo se transforma en un hermoso cisne. Tu belleza está especialmente dentro de ti.