El cunnilingus y la felación son formas maravillosas de dar placer y recibirlo. Pero entre la falta de confianza en uno mismo, el miedo a equivocarse y el asco, el sexo oral puede convertirse en un motivo de molestia.
Comprender de dónde viene el bloque
La mayoría de mujeres ya ha vivido un periodo de duda o malestar respecto al cunnilingus: miedo a no sentir placer, a que los malos olores o ruidos interfieran en el momento carnal, a que tu vulva no esté lo suficientemente armoniosa… Las razones son muchas. Primero trate de entender el origen de su bloqueo.
Comunícate con tu cónyuge
Una vez que haya identificado la fuente de la vergüenza, hable con su cónyuge al respecto. Juntos, podrán minimizar este bloque. Esto evitará que te presionen y que tu pareja se sienta rechazada. Además, ¡te tranquilizarás rápidamente! De la misma manera que no se te ocurriría disgustarte con su pene porque tiene su forma, nunca lo será de tu vagina. Porque si esto último te complica, no olvides que cada vulva es diferente… ¡y hermosa! Y si ayuda, comience con luz tenue o incluso oscuridad. En cuanto al olor, no dudes en ducharte justo antes, para sentirte más cómoda.
Conduce a tu pareja
¿Tu novio ha probado el cunnilingus antes, pero no te gusta o lo encuentras desagradable? Un consejo: ¡condúcelo! Es bastante normal no obtener un cunnilingus perfecto en el primer intento, especialmente porque las zonas de placer no son idénticas de una mujer a otra. Tu cónyuge no puede adivinar qué te hace sentir bien, así que ayúdalo a encontrar el camino hacia el placer. ¡Ambos serán ganadores!
Nunca te obligues
Entre el miedo a cometer un error, una forma de disgusto o falta de excitación, la felación puede posponerse por muchas razones. Considerada hoy como una práctica sexual muy común, no debe ser objeto de presiones. Si no te sientes preparado, tómate tu tiempo. Una mamada no tiene por qué realizarse por obligación y no es esencial para tener una sexualidad plena.
estimular el deseo
Sin embargo, si desea hacerle una mamada a su cónyuge pero su bloqueo persiste, intente despertar su deseo de otras maneras. Pídele a tu pareja que te cuide al principio: la excitación aumentará gradualmente y podrás cambiar de rol tan pronto como lo desees. Además, ¡no hay nada más exquisito que devolver a la persona que amamos el placer que nos acaba de dar! Si tiene miedo de no realizar bien una mamada, pídale a su cónyuge que lo guíe. Esto le dará confianza y le permitirá dejarse llevar. Finalmente, si el olor de tu pareja te detiene, pídele que se bañe un poco antes.
Cambia tu perspectiva sobre la felación
La práctica de la felación todavía se considera a menudo degradante. Y por una buena razón: la pornografía rara vez muestra una imagen positiva de ella… Sin embargo, tener sexo oral puede ser un acto amable y respetuoso. Tómese el tiempo para encontrar la forma en que le gusta practicarlo. Primero puede pasar por otros medios, como acariciar, besar o lamer su pene.
Ya sea cunnilingus o felación, sobre todo deben complacer a ambos. Así que no dudes en parar, en cualquier momento, si no te apetece o ya no te apetece.