Tenga esto en cuenta, especialmente cuando quiera servir cubiertos a sus invitados. Las manos son las más ecológicas y, según investigaciones, ¡nos gusta más la comida cuando comemos con las manos!
La comida es un festín para los sentidos. Cuando es delicioso – por el gusto, cuando se ve apetitoso – por la vista y cuando huele bien – por el olfato. Sin embargo, resulta que el tacto también puede jugar un papel importante durante nuestras experiencias culinarias.
No se trata solo de las texturas que tiene la comida, sino también de cómo llegan a nuestra boca. Por supuesto, es difícil imaginar otra opción que no sea usar las manos: no se está preparando ninguna revolución en la forma de comer. Sin embargo, resulta que renunciar a los cubiertos puede marcar la diferencia.
Investigadores del Stevens Institute of Technology de Estados Unidos llegaron a estas conclusiones. La autora principal de esta investigación, Adriana Madzharov, ya ha demostrado, por ejemplo, que el propio olor del café puede actuar en nuestro cerebro como un placebo.
Esta vez, un experto en marketing sensorial decidió ver si tocar la comida directamente con las manos, sin usar cubiertos, afecta su sabor.
La comida sabe mejor cuando la comes con las manos.
El primer estudio se llevó a cabo en un pequeño grupo de 45 voluntarios a los que se les dieron trozos de queso. Antes de comer, algunas personas lo sostuvieron en sus manos por un tiempo, y la otra parte, en un palillo de dientes. Resultó que quienes tenían el cubo de queso sintieron un deseo mucho mayor de comerlo y, además, el queso se veía increíblemente sabroso.
La segunda ronda de experimentos se llevó a cabo entre 145 estudiantes, que se dividieron en dos grupos. Uno de ellos participó por primera vez en una conferencia sobre la importancia de mantener la moderación en los alimentos y bebidas para estar sano y delgado. La otra escuchó lo contrario: la animaron a disfrutar de la vida y evitar las calorías. Más tarde, todos recibieron mini donas, pero solo la mitad con palillos. Antes de la parte más fresca del experimento, es decir, comer delicias. Se pidió a los participantes del estudio que calificaran cuánto se sentían acerca de este comida fraudulenta.
Se descubrió que tan pronto como las personas que escuchaban sobre la importancia del autocontrol sostenían donas en sus manos, parecían olvidar los consejos que escuchaban. Admitieron que no podían abstenerse de consumir los productos horneados.
Se invitó a 77 participantes a la última prueba y se les sirvieron 15 cubos de queso con la información de que podían comer todo lo que quisieran. Sin embargo, previamente se comprobó su nivel de autocontrol. Durante la investigación, se encontró que los -7 cubos de queso- fueron comidos por personas con el menor control sobre la tentación, pero en este caso, no se sirvió ningún cubierto. Las personas de voluntad fuerte que tenían herramientas para comer comían solo 4 cubos a la vez. Entre las personas cuya fuerte voluntad se describió anteriormente como débil, los resultados fueron los siguientes: un promedio de 6 cubos comidos con un tenedor y cuatro comidos con los dedos.
Los investigadores dijeron que el efecto de comer con las manos sobre la percepción del atractivo de una comida sería diferente para las personas con voluntad fuerte y para las que no. En el caso de este último, no importará mucho. Sin embargo, una conclusión interesante se refiere a la primera: las pruebas han indicado claramente que, sin el uso de cubiertos, la comida se veía mucho más sabrosa y comí más de lo habitual.
¿Por qué está pasando esto? Los investigadores no tienen dudas: el mero toque de la comida estimula nuestro cerebro, desencadenando diversas asociaciones, expectativas y disposición para las experiencias culinarias.
Desafortunadamente, no te recomendamos tirar todos los cubiertos, aunque esto puede darte una dosis extra de placer durante tus comidas diarias. Como se puede deducir de este estudio, además de los cubiertos, también contaría nuestra fuerte lentitud y la capacidad de autocontrol en la mesa.