Sexo después de la menopausia: ¿qué cambia sustancialmente?

La menopausia es una etapa importante en la vida de una mujer. Si a veces se ve como una oportunidad, también puede convertirse en una carga, especialmente en términos de sexualidad. Si bien este no es siempre el caso, los cambios corporales, hormonales y vaginales pueden tener consecuencias desagradables. Así que aquí están nuestros mejores consejos para ayudarte a ver con más claridad y seguir disfrutando de una vida íntima plena.

Reacciones muy diferentes de una mujer a otra.

La edad de la menopausia varía de mujer a mujer. Por lo general, ocurre alrededor de los 50 años, pero puede ocurrir fácilmente a los 40 o 60 años. Asimismo, no todas las mujeres experimentan la menopausia de la misma manera. Si bien es cierto que puede provocar una disminución de la libido, no siempre es así. Para algunas mujeres posmenopáusicas, dejar de ser fértiles y poder dejar los anticonceptivos es un alivio que estimula la actividad sexual. Además, se conocen mejor que cuando tienen 20 años y saben cómo manejar su deseo o libido. La separación de los niños del hogar también permite relaciones sexuales más libres y satisfactorias.

Para otras mujeres, la menopausia en realidad marca una disminución de la libido, sofocos, así como episodios temporales de depresión o fatiga. El mejor consejo para las mujeres premenopáusicas es no preocuparse demasiado y esperar a ver cómo reacciona su cuerpo al cambio.

El impacto de la transformación física

La menopausia obviamente implica muchos cambios físicos, especialmente a nivel hormonal. Los períodos se detienen, al igual que los picos hormonales debido a la ovulación. Si este no es siempre el caso, esto puede conducir a una disminución del deseo. A veces esto va acompañado de dolor o sequedad vaginal, porque la disminución de estrógenos ya no garantiza el mantenimiento de la humedad necesaria. Para solucionar este problema mecánico, primero puede usar lubricantes, como aceites vegetales (aceite de almendras dulces o aceite de coco) o lubricantes a base de agua.

Tratamientos apropiados

Si usar lubricantes no es suficiente para solucionar tu dolor vaginal, existen varios tratamientos. El primero es un tratamiento hormonal local: esta crema que se aplica directamente sobre la vulva hace que la mucosa sea más flexible y espesa. Primero es necesario ponerlo todos los días durante dos semanas, luego unas tres veces por semana. Existen otros tratamientos para reducir los efectos negativos de la menopausia, tanto con sesiones de láser como con toma de hormonas. Antes de iniciar cualquier tratamiento, hable con su médico o ginecólogo. Los especialistas pueden ayudarlo a encontrar el tratamiento más adecuado para su situación.

Otras formas de aumentar la libido

Como se explicó anteriormente, esta transformación corporal se vive de manera muy diferente de una mujer a otra. Si bien esto es un alivio para algunos, a veces puede volverse difícil vivir con eso. Por lo tanto, es importante no intentar ir más rápido que la música, darse tiempo para acostumbrarse al cambio. Si no tienes ganas de tener sexo con tu pareja, no te fuerces. Existen otras soluciones para encontrar la complicidad carnal, como los masajes o las caricias.

La menopausia es también una nueva fase de la vida, durante la cual algunos sentidos se multiplican por diez. Entonces puedes encontrar el deseo a través de esto, usando tu sentido del olfato o del gusto, por ejemplo. Practicar algunas actividades corporales y sensuales, como el baile, también puede ser una buena manera de encontrar una conexión carnal dentro de una pareja.

Además, los problemas de sequedad o dolor vaginal se deben principalmente a la penetración, pero eso no significa que la sexualidad se detenga por todo esto. Es totalmente posible centrarse en otras prácticas… ¡o incluso descubrir algunas de ellas! También hay que señalar que los factores de disminución de la libido son complicados de identificar, porque son múltiples. La relación de pareja obviamente juega un papel fundamental. Por ello es fundamental mantener un vínculo con tu pareja, fomentar la atracción mutua y sentirte querido.

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